Río Grande toca puertas en Europa

Sábado, 20 de Marzo de 2010.  EL SALVADOR.COM

La empresa Río Grande, principal distribuidora de alimentos nostálgicos salvadoreños en EE.UU., apuesta por llevar alimentos a los compatriotas asentados en el viejo continente. 

No es para menos, al igual que aquellos años, cuando comenzó a llevar en maletas los productos alimenticios del mercado nostálgico para la creciente población salvadoreña en el Área Metropolitana de Washington, esta vez cargó varias maletas con los productos procesados, pero ya con el apoyo de la prestigiosa marca Río Grande, que ha comenzado a abrir puertas en el viejo continente.

"El comienzo con Europa es como cuando empezamos desde El Salvador a traer productos a Estados Unidos, aquí voy con las maletas llenas de pupusas, tamales de elote, frijolitos y otros alimentos de nuestro país para darlos a probar allá", comentó Alvarado antes de partir hacia España donde participará la próxima semana en la feria de alimentos más grande de Europa.

Si bien la feria Alimentaria 2010 es un trampolín de exhibición para entrar al mercado europeo, las gestiones de la empresa en el viejo continente comenzaron meses atrás con la incorporación de la marca Río Grande Foods S.L. para obtener los permisos sanitarios y de comercialización de sus productos en la Unión Europea.

Ya tiene los permisos y a la par de esa gestión la empresa ha comenzado los procesos de muestreo y degustación de varias clases de alimentos, en supermercados y tiendas especializadas en productos nostálgicos, enfocados en los asentamientos de inmigrantes en la ciudad de Barcelona.

Elmer Palma, gestor de mercadeo de la empresa en Europa y quien ha tenido a cargo las gestiones de incursión ante las autoridades europeas, comentó que en las pruebas piloto realizadas en cuatro puntos de venta –en esa ciudad del mediterráneo- les dan información sobre los productos que deben cargar en los primeros contenedores a partir del próximo mes.

"Pupusas, achiote, tamalitos, queso, crema, frijol en grano, frijoles molidos, loroco congelado, incluso pitos y flor de izote, son los más demandados", acotó, y agrega que han descubierto una gran comunidad salvadoreña en Barcelona "que añora los alimentos nostálgicos y nadie se había adelantado a traérselos".

El presidente de Río Grande, Josué Alvarado, cuyas oficinas corporativas están ubicadas en Maryland, asegura que Barcelona es sólo la puerta de entrada para otras ciudades de Europa en las que se aseguran nichos de mercado con la presencia de salvadoreños y de otras comunidades latinoamericanas.

Madrid, capital de España, Milán en Italia y Estocolmo en Suecia son sólo algunos de los puntos de la Unión Europea a donde apuestan por su expansión que, según su propietario, la empresa genera unos 400 empleos directos en la planta de producción en San Martín y otro número similar en EE.UU. con los trabajos en los centros de distribución dispersos en la Costa Este.

Pero estos empleos no cuentan los más de un millar de trabajos indirectos que se generan en El Salvador con los pequeños productores que proveen materias primas a la empresa que procesa los productos en la planta de San Martín.

Alvarado dice que "la intención es de alcanzar nuestros paisanos, a los centroamericanos y latinoamericanos para ver como surcamos el mercado europeo", y agrega que la meta es lograr que estos alimentos lleguen no sólo a los inmigrantes, sino también a la mesa de los ciudadanos del viejo mundo.

La empresa prevé que algunos productos de consumo regional, como frijoles, tamales de elote y quesos, entre otros, se presenten con ese distintivo regional para ampliar su aceptación. El empresario enfatiza que otro de los productos que tienen proyectado impulsar también son las frutas congeladas.

Josué Alvarado, originario de San Miguel y que emigró a Estados Unidos a principios de los 80, asegura que abrir esta puerta del mercado europeo "redunda en llevar oportunidades de empleo a nuestro país", porque con la apertura de mercados para los productos nacionales, "no hay duda de que habrá más oportunidades de trabajo en El Salvador".

Esta semana, a punto de tomar vuelo de Washington D.C. a Barcelona, España, el empresario Josué Alvarado, presidente de la firma Río Grande, la principal distribuidora de productos alimenticios salvadoreños en Estados Unidos, comparaba este viaje como los que hacía desde El Salvador a la Unión Americana a mediados de la década de 1980.