Continúan reacciones negativas ante resultados de la Cumbre de Cancún
Miembros de la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos se manifiestan contra los acuerdos acordados en Cancún, México. Foto Diario Co Latino / Josué Parada |
David Pérez
Redacción Diario Co Latino
El primero en pronunciarse fue el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), al afirmar que la cumbre sobre cambio climático de Cancún llegó a un acuerdo “ilegal” y que no abona en nada para aliviar la crisis ambiental mundial.
Ahora, la Mesa Permanente Para la Gestión de Riesgos (MPGR), concuerda con la posición del CESTA.
“Nos sentimos inconformes con los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Cancún. Resultó igual que la anterior cumbre de Copenhague, porque no se obligó a los países desarrollados a reducir emisiones de CO2, y además hubo países que atentaron a la continuidad del Protocolo de Kyoto”, explicó Flor Gámez, Directora de la MPGR.
En concordancia con lo anterior, la ambientalista criticó la actuación de las autoridades representantes de El Salvador, el Ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez; y la Viceministra, Lina Pohl, por no ejercer un liderazgo más realista y exigente con las necesidades y los riesgos que corre el país por el cambio climático.
“El gobierno de El Salvador actuó de manera muy débil. Nuestros líderes tienen la oportunidad de ejercer mejores papeles ante la lucha por el cambio climático, sin embargo, no lo hacen, la voz de El Salvador no se escuchó en Cancún, en realidad, ellos, en lugar de proponer solamente se fueron sumando a lo dicho por los demás países”, opinó la Directora de MPGR.
La MPGR concluyó que la Cumbre de Cancún es un negocio más para los países industrializados que defienden los intereses del mercado y, nunca realizarán acciones para desarrollar un modelo de desarrollo sustentable, humana y ambientalmente.
“La cumbre fue un fracaso para la sobrevivencia del planeta, pero fue un éxito para quienes hacen negocios con el medio ambiente, porque terminaron imponiendo la venta y compra de carbono y otro tipo de comercio”, denunció Gámez.
Según datos de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el año 2009, el cambio climático tuvo un costo de aproximadamente 10 mil millones de dólares para los países en vías de desarrollo, mientras El Salvador, con el paso del Huracán Ida y la tormenta tropical Alex, perdió cerca de 500 millones de dólares.
Asimismo, en su informe “la economía del cambio climático en América Latina y el Caribe”, la CEPAL considera que si no se logra un consenso global en torno a acciones de mitigación contra las inclemencias ambientales, la región tendrá una pérdida de 1% del producto interno bruto entre 2010 y 2100.
Dicho porcentaje es superior al presupuesto que se otorga a las carteras de medio ambiente y, a los gastos que realizan los gobiernos latinoamericanos en investigación y desarrollo.
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